Aprovechar
el uso de la Energía Solar Térmica nos permite ser más eficientes, cuidar el
medio ambiente y ahorrar el dinero que gastaríamos en consumo de gas o
electricidad.
Producción de Agua
Caliente Sanitaria (ACS)
La principal
aplicación de la energía solar térmica es la producción de Agua Caliente
Sanitaria (ACS) para el sector doméstico y de servicios. El agua caliente
sanitaria se usa a una temperatura de 45 °C, temperatura a la que se puede
llegar fácilmente con captadores solares planos que pueden alcanzar como
temperatura media 80 °C. Se considera que el porcentaje de cubrimiento del ACS
anual es aproximadamente del 60 %; se habla de este porcentaje, y no superior, para que en la época de mayor
radiación solar no sobre energía. La energía aportada por los captadores debe
ser tal que en los meses más favorables aporte el 100 %. El resto de las necesidades
que no aportan los captadores se obtiene de un sistema auxiliar, que habitualmente suele ser gasóleo, gas o
energía eléctrica. Con este porcentaje de cubrimiento los periodos de
amortización son reducidos.
Calefacción de baja
temperatura
La energía solar
térmica puede ser un complemento al sistema de calefacción, sobre todo para
sistemas que utilicen agua de aporte a menos de 60 °C.
Para calefacción
con aporte solar, el sistema que mejor funciona es el de suelo radiante
(circuito de tuberías por el suelo), ya que la temperatura del fluido que
circula a través de este circuito es de unos 45 °C, fácilmente alcanzable
mediante captadores solares.
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